Se niega a morir el liberatismo

facebook_1657668522953_6952765716498940997La Yunta

Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! No cabe duda que el liberatismo se reúsa a morir, casi estamos hablando del último bastión existente del poder que ejerció Liberato Montenegro Villa ante el magisterio nayarita, pues recordemos que fue el mismo gobierno quien empoderó a este personaje al usar al magisterio como corporativismo político, Fue así, que el magisterio tuvo en sus manos diferentes representaciones políticas durante muchos años, tanto en el estado como en los municipios, donde Montenegro Villa fue el amo y señor.

Muchos gobiernos pasaron donde el magisterio siempre se sirvió con la cuchara grande, a grado tal, de que manejaron a su antojo la Secretaría de Educación en Nayarit como presumiendo uno de sus grandes logros. Esta familia fue la que disponía de plazas, adscripciones y economías, pero como todo inicio, hoy ya están en el gran final, pues el gobierno de Navarro Quintero por primera vez está haciendo valer la ley, cosa que a muchos trabajadores del estado no les ha gustado mucho.

Y más cuando fueron los beneficiados por esta familia Montenegro, recordemos que fue en 1974 cuando después de una gran disputa contra Federico González Gallo logra Liberato Montenegro llegar al liderato de la Sección XX, marcando una hegemonía durante 46 años, en este tiempo se dijo que las plazas de maestros eran dadas a maestras por pagos en diversas formas, entre ellas los favores sexuales al líder. Otros lograron plazas por ser cercanos al círculo mayor de su séquito.

Lo cierto es, que esto alcanza al ahora depuesto director de la Escuela Normal Experimental de Acaponeta, pues alegan que son maestros federales y no quieren respetar al estado, y el director lleva ya 45 años en el puesto, aquí lo malo es, que no existe este puesto de director en dicha institución, sus argumentos son muy malos, y hay muchas preguntas por hacer, ¿porqué los maestros no quieren que se cambie de director? Solo recordemos que esta escuela pudo ser una caja chica de los Montenegro.

Ahora sabemos que la Secretaría de Educación arrastra un faltante de 1800 millones de pesos, y que uno de los miembros de la familia real del magisterio fue el que manejó esa institución. Además, el gobernador Navarro Quintero les está poniendo en charola de plata a los normalistas por el cambio de director, pero no aceptan, otro ejemplo es el argumento dado por una alumna que por supuesto deben de estar bien aleccionados fue, que sí el director lo quitan sus documentos no saldrán en tiempo y forma, cosa completamente irreal, pues esté o no esté ese director sus documentos serán entregados en tiempo y forma.

Alegan que ellos tienen su propio reglamento interno para elegir al director, cuando las Normales en todo el país pasaron a ser entidades del estado, cosa que por decenas de años ningún gobierno atendió, y a la propuesta del gobernador de hacer los estatutos legales y actualizados, además de incorporar la plaza de director que actualmente no existe, el personal se niega a tener un director puesto por el Gobierno del Estado. En otras palabras, estos maestros ya se creen dueños de dicha institución.

Porque a pesar de que el gobernador fue personalmente a hablar con ellos, cínicamente casi rechazan sus ofertas, nada más imaginemos como se encuentra esta noble escuela sin una auditoría a fondo cuando el director lleva 45 años al frente y se les cobra a los padres de familia una cuota escolar. Pues hasta eso les prometió el gobernador, que ya no se les cobrará a los padres de familia esta cuota, que el gobierno la absorberá.

Pues bien, estos son problemas que han salido a relucir ahora que le están tumbando los dientes al león, y grábense bien esto, el sindicato y mucho menos los Montenegro ya no repartirán las plazas ni los cambios de adscripción, así como también ya no meterán las manos en el escalafón, donde este último les redituó muchas ganancias, por último, el mismo gobernador les dijo a los inconformes, “están en su derecho de acudir a las instancias correspondientes a demandar, y que ellas sean las que le den la razón a quien la tenga.

Más claro ni el agua, esto indica que se acerca el fin de un gran negocio familiar.

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