Posible último jalón de piola en estos dos últimos años

descargaPor: Sergio Mejía Cano

La detención de quien fuera el titular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam. en el pasado sexenio de Enrique Peña Nieto, podría tener varias lecturas, incluso hasta las de las teorías de la conspiración que ya han empezado a publicarse en las redes sociales, como la de que se le aplicó el clásico sabadazo, tal y como se acostumbra en muchos casos de las detenciones policíacas en México y, hasta las que señalan que fue un cambalache por la libertad de Rosario Robles Berlanga.

Pero también, podría ser lo que ha dictado últimamente el sentido común respecto a que ya en estos últimos dos años que, prácticamente le quedan a la actual administración federal, ahora sí se comience a dar el tirón a la piola y comenzar a detener a esos personajes que desde siempre se les ha involucrado en diversos delitos y, ¿qué mejor que empezar con el asunto tan sonado hasta internacionalmente como el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa?

Pues por ser un caso claramente de interés tanto nacional como internacional, pues lo mejor sería comenzar por ahí, para después, ya abierta de bien a bien la cloaca de lo que ha significado la aplicación de la justicia en nuestro país, seguir con todo lo que está pendiente de aclarase; aclarase oficialmente, porque en gran parte de la opinión pública y publicada, ya no queda duda ni ha quedado desde un principio, lo que el pasado jueves afirmó el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, de que la desaparición de los 43 estudiantes normalistas ¡fue un crimen de Estado!

Desde luego que, desde el primer momento que se supo de la detención del ahora extitular de la entonces PGR, algunos cuadros priistas se pronunciaron en apoyo del señor Murillo Karam y, también algunos comunicadores aduciendo que esta detención es más un movimiento político que de justicia. Sin embargo, basta con ver el currículum del desempeño a lo largo de la vida en la administración pública del don Jesús Murillo, para enterarse de que no es una blanca palomita y que ha estado involucrado en varios hechos de injusticia más que de justicia. Así que, por esto, se podría afirmar que el señor Murillo Karam tiene una larga cola de anomalías a lo largo de sus cargos en la administración pública e inclusive, hasta de su paso por el gobierno del estado de Hidalgo.

Pero volviendo a la probabilidad de que, en estos prácticamente dos años que le quedan a la actual administración federal, se comience a jalar la piola y empezar, ahora sí, con la detención de personajes principales, respecto a varias de las anomalías sucedidas en el reciente pasado inmediato en México, a pesar de que algunos comentaristas estén protestando por la posible detención de posibles actores intelectuales y liberando a posibles personajes ejecutores de los hechos fatídicos en la noche de del 26 y madrugada de septiembre de 2014, se podría decir que más podrían ser culpables los actores intelectuales que los materiales que, se supone que nada más estaban cumpliendo órdenes; aunque esto también no sea justificable, pues se supone que, si un soldado es mandado a ejecutar órdenes que violen derechos humanos o garantías individuales no tienen por qué cumplirlas; pero tal y como se ha manejado en las cúpulas tanto castrenses y en la cúpula política, de lo que se ha documentado, sobre todo cuando se ha publicado aquello de que “ustedes cumplan, de los derechos humanos nosotros nos encargamos”; así que, ¿Qué otra cosa podrían hacer los elementos policíacos y de las fuerzas armadas al ordenarles cumplir con determinados actos, así fueran en contra de todas las garantías establecidas en nuestra Carta Magna?

Lo que gran parte de la ciudadanía se preguntó prácticamente desde que sucedieron los hechos de la desaparición de los estudiantes normalistas, aquella noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, es por qué, Murillo Karam abandonó la titularidad de la PGR, ¿Acaso se dio cuente de todo el lodo en que se estaba metiendo y prefirió mejor salirse, dejándole la bronca a su sucesor? ¿O porque en realidad se había cansado, tal y cómo lo afirmó públicamente él mismo?

¿Se cansó de qué? ¿Quizás de tanta mezcolanza que le estaba cayendo encima? ¿De saber que en su posible futuro inmediato le caería manotas, tal y como ha sucedido ahora?

Ahora está todo en que esta detención no se les caiga a las autoridades, por la lentitud con la que se maneja la actual Fiscalía General de la República-.

Sea pues. Vale.

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