La Yunta

Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! No cabe duda, que para la naturaleza nada esta escrito, hoy 19 de septiembre del 2022 amaneció en nuestra capital Tepic un cielo nublado, producto de la tormenta tropical “MADELINE” que traerá lluvias intensas en las zonas de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Oaxaca, Chiapas y Veracruz. Pero eso no le quitó el animo a la gente de salir a trabajar como cualquier día normal del año, nadie se esperaba lo que sucedería horas después.

Había programado para este día por parte de la Secretaría de Protección Civil hacia la población, un simulacro de evacuación en caso de un sismo, esto en prevención al terrible sismo ocurrido el 19 de septiembre de 1985, cuya catástrofe dejó miles de pérdidas de vidas humanas en la Ciudad de México, hoy aquí en nuestra capital se llevaron a cabo simultáneamente estos ejercicios por parte de Protección Civil del Estado en las diferentes dependencias de gobierno.

Hasta esa hora todo parecía normal, nadie se imaginaba que 20 minutos después (11.15 A.M) ocurriría un fuerte sismo, pero que gracias a las prácticas que la gente había tenido momentos antes, hasta el momento no hay en Nayarit víctimas que lamentar. No se me olvida que el encargado de realizar el simulacro por parte de Protección Civil, al final del simulacro habló con el personal encargado para estos casos del Congreso del Estado, molesto porque hubo dos personas que no quisieron seguir las indicaciones del simulacro quedándose dentro del edificio.

Dijo, -yo en mi reporte daré como fallecidas a estas dos personas que no quisieron salir. Pero nada está escrito, al momento de que se sintió este sismo real, en menos de tres minutos todo el edificio quedó desalojado. Hay que decir, que el sismo fue de una magnitud de  7.7 grados, lo que provocó un caos y desquiciamiento de nuestra ciudad, pues al momento todas las corporaciones policiacas pararon la circulación en la arteria principal de nuestra ciudad que es la avenida México para proteger a las personas de alguna contingencia mayor, pues la concentración de la gente fue en esa avenida.

El transporte urbano, y de taxis, también se colapsó, esto hizo que la gente no pudiera trasladarse a otros lugares. Y sí a esto le sumamos que rápidamente se corrió el rumor de una réplica del sismo de igual magnitud, esto hizo que fuera más el caos, pero ¡ojo! Los sismos hasta hoy no se pueden predecir. Fue así, que Protección Civil y las corporaciones policiacas se hicieron cargo de desalojar todos los edificios del centro histórico, hoteles, restaurantes y tiendas, pues a ciencia cierta nadie sabía que más ocurriría.

Minutos después, el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero suspendió el trabajo para todos los burócratas que trabajan (valga la redundancia) en oficinas de gobierno, y al mismo tiempo suspendió las clases en todas las escuelas, esto en prevención a una posible catástrofe que pudiera ocurrir. Y así, casi una hora después la gente comenzó a retirarse a sus casas, aun sin transporte público, pero la naturaleza siguió implacable con los tepicenses, y de pronto se soltó una fuerte tormenta.

Yo, tratando de buscar un taxi para regresar a casa, camine mucho, y hubo algo que me llamó la atención de unas personas que aglomeradas para cubrirse de la lluvia comentaban: -ya ven, esto es castigo divino, tantas guerras, tantos huracanes, dios nos esta castigando, ya se va acabar el mundo. Complicado este dilema verdad, lo cierto es, que ya van algunos años que exactamente el día 19 de septiembre se presentan estos sismos, recordemos aquel sismo letal del mismo día del año 2017.

Finalmente, a las 2.20 minutos, después de casi tres horas logré tomar un taxi, eso sí, todo empapado por la lluvia, pero no fui el único, pues mucha gente caminaba empapada por la lluvia por las calles de regreso a sus casas igual que yo. Y la paradoja de hoy, tenemos en este momento un cielo limpio y una bella tarde con sol.