Los pacientes son ingresados a la tina por medio de una grúa mecánica, donde la propulsión del agua hace que puedan tener mayor relajación a nivel muscular y realizar los ejercicios indicados por su médico tratante.
Gracias a la Tina de Hubbard de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación (UMFR) “Siglo XXI” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pacientes con fracturas, lesiones de músculo, nervio, tendinosas y de hueso, así como con síndromes genéticos que derivan de lesiones a nivel óseo o muscular, logran manejar el dolor y recuperar movilidad durante su rehabilitación.