Por: Oscar Zúñiga
¡Hijo e’ su! A ocho días de que finalicen las campañas los ánimos entre los candidatos suben de tono, denostaciones, robo de publicidad, agresiones entre los simpatizantes de uno y otro lado, en fin, lo que debería de ser una fiesta de civilidad, ahora se ha convertido en una guerra sucia de apasionamientos.