Por: Octavio Camelo Romero

No hay ningún ser humano que haga que otro ser humano aprenda. Cada niño aprende de una manera diferente a los otros. El aprendizaje es un hecho intrínseco de las personas, dependiente de nuestras competencias, de nuestras capacidades cognitivas, de nuestras habilidades, de nuestra cultura, de nuestro entorno, de nuestras oportunidades; es un hecho intrínseco; ¿A qué nos dedicamos los docentes? A enseñar, pero no nos dedicamos a que los alumnos aprendan.

El aprendizaje es una construcción que cada aprendiz realiza muy independientemente de la construcción mental de otro aprendiz, por muy cerca que estén los dos. Por lo tanto, cada individuo tiene sus características muy personales que lo hacen singular y, en consecuencia, diferente de los demás. Y desde esta óptica, los docentes debieran crear metodologías diferenciadas para una enseñanza individualizada, o lo que es lo mismo, una enseñanza personalizada.

La neurodidáctica no es un método, la neurodidáctica es el conocimiento que nos aportan las neurociencias respecto a cómo son los procesos naturales de aprendizaje y con este conocimiento tenemos que ser capaces de diseñar las acciones de enseñanzas para cada niño y seleccionar o crear aquel método que mejor acompañe al proceso natural de aprendizaje del individuo; el método debe ser el idóneo para ese momento, porque el método en sí mismo no es idóneo para cualquier momento.

Si aplicamos los conocimientos de las neurociencias y luego hacemos los diseños individualizados de los procesos de enseñanza, usando los métodos adecuados para cada momento del proceso, esto favorece la forma y el proceso de aprendizaje de cada uno de los niños y de los adultos.

El cerebro límbico es tremendamente relevante; hace poco pensábamos que las emociones, eran distintas al tema de la razón, esto es, que no se mezclaban las emociones con la razón. Pero hoy sabemos que esto es imposible. Las emociones están constantemente influenciando y hasta determinando, la razón.

Las amígdalas son las que tienen mayor almacenamiento del recuerdo de nuestras emociones. Son los grandes centros de la memoria emocional. Pero las amígdalas tienen otra función relevante.

Las neurociencias nos dicen que hay 3 dispositivos básicos para el aprendizaje; estos dispositivos participan en cualquier momento del proceso de aprendizaje; el primer dispositivo básico es la motivación, el segundo dispositivo básico del aprendizaje es el sistema atencional y el tercer dispositivo básico son las memorias.

La motivación es el punto de partida porque pone en acción al sistema atencional; la motivación no solo es la prioritaria, sino que es estratégica para utilizarla cuando en el transcurso del proceso de enseñanza se vaya perdiendo la atención. Tras la motivación viene la ayuda para detectar en cada niño sus conocimientos previos almacenados en la memoria, para a partir de allí, ayudar a que construya su conocimiento significativo. En fin