CON PRECAUCIÓN
Por: Sergio Mejía Cano
Pues vaya que buen mitote se armó al aparecer en las redes sociales un video en donde el hijo de la señora Xóchitl Gálvez Ruiz, de nombre Juan Pablo, aparece en aparente estado inconveniente echando bronca al parecer a los guardias de la entrada de un centro nocturno. Obviamente, después en las mismas redes salió otro video en donde este muchacho aparece ofreciendo disculpas, añadiendo que dicho acto había pasado hace un año, aunque hay quien afirma que pasó en noviembre pasado; pero cuando haya sido, el caso es que este video levantó ámpula debido a las campañas electorales.
Precisamente debido a estas campañas electorales es por lo que mucha gente tomó este video para atacar a la señora Xóchitl, sin tomar en cuenta que, tal y como dicen algunos analistas políticos y otras personas, los hijos no tienen por qué ser igual a sus padres en cuanto a su comportamiento, acciones y pensamiento ni viceversa, además de que ya se están metiendo en la vida privada de este muchacho; sin embargo, tal y como lo señala el periodista Francisco Cruz Jiménez, en su programa de “video charlas cruzadas”, en el canal de YouTube, de Julio Astillero: la línea entre la vida privada y pública es muy delgada. Por lo que, en este caso, la misma señora mamá de Juan Pablo lo metió a la vida pública integrándolo a su campaña política, por lo que se volvió un ente público de momento y posiblemente esto es lo que han aprovechado quien o quienes subieron el ahora famoso video a las redes sociales.
Pero también ha habido congruencia entre personajes de la política y diversos sectores sociales que señalan que no se debe de atacar a los candidatos en campaña mediante su familia, como en este caso en el hijo de una de las candidatas; el problema es que muchos de quienes ahora se rasgan las vestiduras por las críticas al hijo de la señora Gálvez Ruiz, han atacado a los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), incluso hasta del más pequeño de ellos, y vaya que esto sí es una clara incongruencia, porque si bien el mismo Juan Pablo aduce que este comportamiento en su video fue hace un año, tiempo en donde el muchacho aún no era un ente público, la incongruencia estriba en que el Instituto Nacional Electoral (INE), así como el mismo Tribunal Electora, detractores y adversarios de AMLO han estado promoviendo para que se eliminen o modifiquen pronunciamientos del presidente en sus conferencias matutinas e incluso hasta que se prohibiera la circulación del más reciente libro con el título de “Gracias”, lo que afortunadamente no prosperó, la incongruencia se da en que todo lo que quieren que se elimine o modifique, AMLO lo dijo antes de que comenzara la veda electoral.
Y es en el tiempo en donde se apoyan los defensores del hijo de la candidata de la oposición, al decir que se metieron en su vida privada, aunque el video se haya dado a conocer cuando el muchacho ya era un ente público al estar en el equipo de campaña de su señora madre.
Lo curioso de todo esto es que, quienes se impactaron al ver al video, así hayan sido a favor o en contra de la acción de este muchacho hijo de la candidata a la Presidencia de la República, lo hicieron en una forma similar a como cuando alguien se avienta una flatulencia y quienes están en el entorno se escandalizan de tal manera como si ellos .los que se escandalizan- jamás se hayan echado una y hasta más tronada o como los que creen que sus flatulencias no hieden.
La mayoría de los seres humanos en su juventud han tenido acciones iguales o peor que las que hizo Juan Pablo en el video en cuestión, ¿a poco no? Lo más probable es que todos tengamos cola que nos pisen. Si bien se dice que el cerebro tiende a ocultar acontecimientos oscuros y negativos en el pasado de nuestra vida, si llegamos a hacer un examen de conciencia lo más profundo que podamos, tal vez al llegar a esos tenebrosos recuerdos hasta debajo de la cama nos quisiéramos meter o al menos por unos momentos no nos quisiéramos ni mirar al espejo por aquello de un posible cargo de conciencia. Así que lo que mostró este video a la gran mayoría de las personas no tendría por qué escandalizarnos, ya que tal vez muchos de nosotros hayamos cometido actos hasta más vergonzantes.
Claro que habrá personas que afirmen que jamás en su vida de jóvenes físicamente hayan cometido una locura, a la mejor muy en el fondo ocultan algo que su cerebro ya ocultó de tal manera que no sale por más esfuerzos que hagan. Porque de que los hay, claro que los hay.
Sea pues. Vale.